¿Cuál es el problema?
El deporte comparte la responsabilidad de reducir las emisiones de carbono. A medida que el planeta se calienta, aumenta el número de organizaciones que reconocen la necesidad de ser más sostenibles en consonancia con el Acuerdo de París sobre el clima de 2015 y el Pacto de Glasgow sobre el clima de 2021.
El objetivo del acuerdo de París era limitar el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados. El acuerdo de Glasgow no alcanzó su propósito de comprometerse a limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados. Para lograr las metas de temperatura a largo plazo, los países pretenden que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero lleguen a su punto máximo en pocos años y así lograr un mundo climáticamente neutro a mediados de siglo.
El deporte se considera en parte un problema y en parte una solución. Es un problema porque la organización de acontecimientos deportivos a gran escala emite gases de efecto invernadero, consume agua y energía y a menudo miles de personas se desplazan al lugar de celebración.
Sin embargo, el deporte también constituye una plataforma potencial para concienciar sobre el cambio climático, por lo que las partes interesadas examinan cada vez más las credenciales de sostenibilidad medioambiental de los órganos de gobierno, los organizadores de eventos, las ligas, los clubes y los atletas.
Esto significa que en el futuro se espera que las competiciones, torneos, estadios, equipos, etc. sean neutros en carbono, ya sea compensando las emisiones del mismo o mediante prácticas respetuosas con el medio ambiente.
¿Qué repercusiones tiene el cambio climático en el deporte?
Las condiciones meteorológicas extremas han acelerado la necesidad de actuar. En todo el mundo el deporte se está viendo afectado. Por citar solo algunos ejemplos:
El clima más cálido jamás registrado en las Montañas Cypress hizo que en los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver 2010 escaseara la nieve. Un informe de 2020 concluyó que más de la mitad de las ciudades anfitrionas de los Juegos Olímpicos de Invierno no podrían organizarlos dentro de 30 años.
El Royal and Ancient Golf Club (R&A), organismo líder dentro del golf, ha advertido de que los inviernos más húmedos y la erosión costera amenazan el futuro del golf.
La British Association for Sustainable Sport ha elaborado un informe en el que destaca el riesgo que corre el croquet. Otro informe (Game Changer) expone los riesgos para los deportes británicos y los Juegos Olímpicos de Invierno.
¿Qué se está haciendo?
El Comité Olímpico Internacional (COI) situó el deporte y la responsabilidad climática en el centro de su Agenda Olímpica 2020+5, la hoja de ruta que determina la dirección del COI y del movimiento olímpico hasta 2025.
Entre las cinco tendencias clave, mencionó «la urgencia de alcanzar un desarrollo sostenible». Sobre esta base, la organización formuló dos recomendaciones específicas:
- Fomentar los Juegos Olímpicos sostenibles
- Reforzar el papel del deporte como importante facilitador de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas
Como parte de sus esfuerzos para hacer frente al cambio climático, el COI se comprometió a reducir sus emisiones directas e indirectas de carbono en un 50 % para 2030, en consonancia con el Acuerdo de París y en respuesta a los últimos datos científicos sobre el cambio climático.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS) son objetivos de alto nivel que todos los estados miembros adoptaron en 2015 como un llamamiento universal a la acción para acabar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar que «todas las personas disfruten de paz y prosperidad para 2030». Además del COI, la UEFA ha apoyado el proyecto y algunos de los clubes de fútbol más importantes del mundo «se han identificado con los objetivos de desarrollo sostenible y los están impulsando». Muchas federaciones internacionales han vinculado sus estrategias de sostenibilidad, e incluso sus estrategias organizativas generales, a los ODS de la ONU.
El COI, que dice ser neutro en carbono, aspira a ser climáticamente positivo en 2024.
En marzo de 2020, el COI tomó la decisión de hacer los Juegos Olímpicos climáticamente positivos. A partir de 2030, cada Comité Organizador de los Juegos Olímpicos (OCOG) estará obligado contractualmente a minimizar y compensar sus emisiones directas e indirectas de carbono para ser climáticamente positivo y aplicar soluciones duraderas de carbono cero para los Juegos Olímpicos y más allá.
Todos los futuros Juegos Olímpicos se han comprometido a ser neutrales en emisiones de carbono, y París 2024 aspira a convertirse en los primeros Juegos climáticamente positivos incluso antes de la fecha límite de 2030.
Cada vez se presiona más a las organizaciones deportivas para que demuestren que se toman en serio la sostenibilidad medioambiental. Se considera un comportamiento responsable que las organizaciones midan la huella de carbono de la propia institución y de sus eventos.
El segundo paso consiste en abordar las emisiones de alcance 1 y 2 que se derivan del análisis de la huella de carbono. Los alcances 1 y 2 se clasifican, respectivamente, como emisiones directas, más las emisiones indirectas adquiridas a partir de la energía. Son relativamente fáciles de reducir para una organización y son formas sencillas de lograr un impacto inmediato y ayudar a aumentar la concienciación.
Sin embargo, las emisiones de alcance 1 y 2 pueden representar poco más del 10 % de las emisiones de una organización deportiva. La gran mayoría suele proceder del alcance 3, catalogado como emisiones indirectas de la cadena de valor. Aquí es donde se sitúan los viajes de los aficionados y los relacionados con la competición. Una Copa Mundial de la FIFA, por ejemplo, tiene probablemente una de las mayores emisiones de alcance 3 del deporte. Julie Duffus, directora general de sostenibilidad del COI, declaró en la conferencia «Deporte positive», celebrada en 2022, que las organizaciones deben trazar un mapa de las emisiones de alcance 3. «El alcance 3 da miedo y cada vez que pensamos que lo hemos solucionado aparece otro foco emisor y tenemos que empezar de nuevo».
¿Y cómo se está haciendo?
Hay una serie de organizaciones o proyectos/campañas con los que colaboran o a los que se adhieren las entidades deportivas, la mayoría de ellos en consonancia con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Tres de los marcos de trabajo más significativos son United Nations Sports for Climate Action, Race to Zero e ISO20121.
Marco de trabajo Deportes por la Acción Climática
Cientos de organizaciones deportivas se han comprometido a alinear el deporte con los objetivos del Acuerdo de París en el marco de esta campaña de la ONU. Entre ellas se encuentran el COI, la FIFA, World Rowing, la Premier League inglesa y Athletics Kenya. Ahora se reta a las organizaciones a reducir sus emisiones en un 50 % para 2030 a más tardar y a conseguir emisiones netas nulas para 2040.
Consta de 5 principios:
- acometer esfuerzos sistemáticos para promover una mayor responsabilidad medioambiental;
- reducir el impacto climático global;
- educar para la acción climática;
- promover el consume sostenible y responsable;
- defender la acción por el clima a través de la comunicación.
Se «invita» a los miembros a comprometerse con los objetivos. Si lo hacen, podrán unirse a la campaña Race to Zero.
Race to Zero es el reto establecido por el Marco de trabajo Deportes por la Acción Climática. Se trata de una coalición de las principales iniciativas net zero, que representa a ciudades, regiones, empresas, inversores e instituciones de educación superior. Cuenta con casi 8 000 miembros y comparte los cinco principios del Marco Deportes por la Acción Climática. Sus dos objetivos principales son:
- lograr una trayectoria clara para que la comunidad deportiva mundial luche contra el cambio climático;
- utilizar el deporte como herramienta unificadora para impulsar la concienciación y la acción por el clima.
ISO 20121 es una normativa internacional voluntaria y rigurosa para eventos, sedes o proveedores. Fue elaborada por un grupo internacional para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Londres 2012, con el fin de «normalizar un sistema de gestión de la sostenibilidad». Proporciona un marco para comprender los impactos sociales, económicos y medioambientales. La ISO 20121 puede utilizarse para el crecimiento comercial en la medida en que las organizaciones pueden alegar la «sostenibilidad» para impulsar los beneficios económicos y conseguir nuevos negocios. Está orientada a contribuir al éxito comercial. El COI la considera el sistema de certificación preferido.
I Trust Sport ha realizado una amplia investigación sobre la correspondencia de estos tres marcos y cuáles son sus consecuencias y retos para el deporte. Puede leer el documento aquí.
Otros enlaces útiles a proyectos, programas y marcos de trabajo son:
Asociación Británica para el Deporte Sostenible. Su objetivo es educar, influir y animar. Orienta a los organismos y clubes deportivos para que hagan más. Entre sus miembros figuran la England and Wales Cricket Board, la Rugby Football Union y la federación British Cycling. Ha publicado un plan informativo de diez puntos.
Colectivo de atletas para sensibilizar y presionar a los gobiernos.
Organización dirigida por aficionados que trabaja para crear una cultura más sostenible en el deporte.
Global Sustainability Benchmark in Sports
Calificación y evaluación comparativa de organizaciones y partes interesadas
Evaluación de la sostenibilidad en las organizaciones deportivas
Su objetivo es apoyar a las Federaciones Deportivas Internacionales (FI) y a los Comités Olímpicos Nacionales (CON) en el reconocimiento de la acción por el clima.
La cadena se ha asociado con clubes de fútbol de la Premier League y otros deportes que cubre, como la Fórmula 1 y el Sail GP. Ha colaborado con el Tottenham Hotspur y el Chelsea para organizar el primer gran partido de fútbol sin emisiones de carbono en septiembre de 2021, llamado Game Zero.
Sport Environment and Climate Coalition
UK Sport y Sport England son signatarios de una campaña para reducir el impacto medioambiental. Incluye hoja de ruta hacia net zero.
Organización anfitriona de la Cumbre. Reúne a las partes interesadas en colaboración con Acción Mundial por el Clima de la CMNUCC y el COI.
Sport England ha elaborado una guía de sostenibilidad para organizadores de eventos.
Sitio web digital de noticias y análisis que ayuda a las organizaciones deportivas a convertirse en empresas responsables con el medio ambiente. Tiene un acuerdo con el Real Betis. En 2020, el Informe de Sostenibilidad publicó su primer libro blanco relacionado con el fútbol, «The Football Executive’s Guide to Sustainability Strategy».
¿El deporte va en serio?
Dado que la acción por el clima en el deporte es una «tendencia» relativamente nueva, los medios de comunicación están ansiosos por destacar las áreas de contradicción. Por ejemplo, al Manchester United se le criticó por tomar un vuelo de 10 minutos a Leicester para un partido en octubre de 2021. El Leeds United fue criticado también por tomar un vuelo de 17 minutos a Norwich en noviembre del mismo año.
La huella de carbono para la 2020 UEFA EURO se vio cuestionada por la celebración del torneo en 11 países diferentes. La UEFA dijo que las emisiones se compensaron.
La propuesta de la FIFA de celebrar una Copa del Mundo masculina cada dos años parece estar en contradicción con las preocupaciones climáticas, y recibió críticas por las afirmaciones sobre la compensación de emisiones de carbono en la Copa del Mundo de 2022 en Catar.
Se han realizado al menos dos estudios académicos de interés sobre la rendición de cuentas de las organizaciones en relación con los objetivos de la ONU. La Swinburne University of Technology de Australia y la Commonwealth Secretariat han analizado hasta que punto las políticas deportivas nacionales actuales se ajustan a los objetivos.
La Commonwealth Secretariat y la University of the South Pacific han elaborado un mapa de los datos existentes en relación con el deporte y los indicadores de los ODS en Fiyi y Samoa.
También existen contradicciones potenciales entre la sostenibilidad medioambiental y la tendencia de los mayores acontecimientos deportivos a tener planes de legado de «nueva construcción». Si nos centramos en los objetivos de sostenibilidad, es probable que hagamos más hincapié en la reutilización y el reciclaje que en las nuevas construcciones
La visión de I Trust Sport
Es evidente que el cambio climático plantea importantes amenazas para el deporte de diversas maneras. Mientras que riesgos como la manipulación de partidos, el dopaje y la mala gobernanza repercuten en la integridad del deporte, el cambio climático puede impedir directamente la celebración de algunas actividades deportivas. Además, el cambio en las expectativas del público sobre la actuación responsable puede hacer que la forma habitual de actuar de algunas organizaciones deportivas deje de ser aceptable.
En un futuro no tan lejano, es muy posible que las organizaciones deportivas necesiten mecanismos de control específicos para la sostenibilidad medioambiental. Como ejemplo de acciones cabe citar:
- que las organizaciones se adhieran al Marco de trabajo Deportes por la Acción Climática o similar;
- regulación/evaluación de la sostenibilidad vinculada a la financiación;
- compensación de las emisiones de carbono como requisito mínimo para los órganos rectores y los eventos;
- requisitos para integrar el rendimiento sostenible en las licitaciones, la planificación y la puesta en escena;
- mayor apoyo de las federaciones internacionales a los miembros para proyectos sostenibles a nivel nacional;
- los «modelos deportivos» más sostenibles desde el punto de vista medioambiental se verán favorecidos en los concursos por los derechos de licitación;
- eventos que inviertan en tecnología ecológica e infraestructuras temporales;
- decisiones difíciles como la limitación de los desplazamientos de espectadores y atletas;
- las partes interesadas, en particular los patrocinadores, deben recompensar la sostenibilidad.
Visite también la página de recursos de I Trust Sport.
Actualizado en enero de 2023.
